lunes, 29 de abril de 2013

Televisión por satélite – ¿como funciona?


La primera transmisión de imágenes televisivas a longa distancia ocurrió a 9 de Abril de 1927, entre las ciudades americanas de Washington D.C. y New York City, sobre la orientación de la Bell Telephone y de la U.S. Department of Commerce. El potencial de la televisión como medio de difusión de conocimiento, información y entretenimiento fue inmediatamente reconocido.

En Portugal las primeras emisiones oficiales fueron de la responsabilidad de la RTP, teniendo lugar a partir de los estudios del Lumiar a partir de 7 de Marzo de 1957, cerca de 30 años después.

El proceso elegido para la transmisión de contenidos televisivos fue la radio difusión por modulación de portadoras de muy alta frecuencia, bandas VHF(30 a 300MHz) y UHF(0,3 a 3 GHz). La radiación de la señal está a cargo de antenas propias para el efecto, que requieren un posicionamiento geográfico preciso para que el sistema pueda alcanzar el mejor desempeño posible. Este sistema de transmisión tiene sido lo más popular a lo largo de los tiempos debido, en parte, a su facilidad de manipulación por parte de el utilizador común, pero principalmente por ser gratuito.


No en tanto este proceso sufre de algunas deficiencias que pueden ser más o menos notorias a los ojos del utilizador común. La radio propagación, para que se efectué con niveles aceptables de calidad, requiere proximidad entre emisor y receptor, línea de vista directa y preferencialmente sin obstáculos intermedios (tales como accidentes geográficos y/o edificios). Condiciones adversas conducen a una rápida atenuación e distorsión de la señal, degradando la calidad del servicio. Pero de todos los factores, el más adverso podrá ser el facto de la superficie terrestre no ser plana, lo que limita bastante la línea de vista, impidiendo las comunicaciones a gran distancia debido a las reflexiones en el suelo.

La conjugación de tales factores desfavorables conduce naturalmente a la procura de métodos más avanzados, que permitiesen mejorar la calidad del servicio y quebrar la barrera de las distancias. Una de las alternativas fue la transmisión vía satélite.

Este sistema, al utilizar antenas posicionadas en el espacio como elemento difusor de la información, diminuyo el problema de la limitación de la línea de vista y simultáneamente la cuestión de los obstáculos intermedios, posibilitando mayores áreas de cobertura del servicio (Ej.: comunicaciones transatlánticas). Este tipo de servicio vino también posibilitar mejorías significativas de calidad. El facto de se trabajar con sistemas de alta frecuencia y elevada largura de banda vino también posibilitar la transmisión de más información por canal, bien como de más canales por banda de espectro utilizada.

El lanzamiento del satélite Ruso Sputnik en 1957 vino iniciar la corrida por el espacio.

Los Estados Unidos fue el primer país a utilizar satélites para efectos de comunicación a gran distancia, en 26 de Julio de 1963, para fines militares. En breve este recurso seria aplicado a comunicaciones telefónicas públicas, como forma de aliviar la carga de las redes terrestres que empezaban entonces a dar los primeros señales de congestionamiento.

La primera utilización de satélites para transmisión de señales televisivos ocurrió a 1 de Marzo de 1978, por la mano de la PBS – Public Broadcasting Service.

En el período de 1978 a 1984 se verifico un rápido desenvolvimiento de toda la tecnología asociada al sistema de televisión vía satélite, facto que llevo a un rápido crecimiento del número de utilizadores de este servicio, asta entonces gratuito. Con el crecimiento del sector, naturalmente las compañías que difundían sus contenidos televisivos vía satélite empezaran a buscar formas de obtener dividendos de los utilizadores que servían. Fue así que surgieron los primeros códigos de encriptación adaptados a las señales de televisión vía satélite, y los primeros servicios en que el utilizador necesitaba de un receptor específico, capaz de descodificar la señal recibida. De esta forma, las compañías adquirían total control sobre los utilizadores que beneficiaban de sus servicios, pudiendo así obtener sus provechos.

Todo este sistema fue entonces legislado y debidamente reglamentado al nivel de las telecomunicaciones, habiendo sido establecidas las normas internacionales necesarias para que, a partir de la segunda mitad de la década de 80, estos servicios principiasen a crecer en el mercado de consumo de masas. Países como el Japón y Hong-Kong tomaran la delantera en la corrida à la colocación en órbita de satélites de transmisión de contenidos televisivos, teniendo les seguido los Estados Unidos y más tarde la Europa.


Hoy en día se verifica también en la televisión por satélite el fenómeno de globalización. Empresas de diferentes continentes compartían entre si contenidos televisivos distintos, de diferentes orígenes y con diferentes países o regiones de destino, quebrando así fronteras de espacio y tiempo de una forma antes inimaginable.

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